Cerrado por vacaciones (y de manera, por ahora, indefinida)

Pensé que nunca escribiría este post. Principalmente porque mi blog, este espacio tan singular para mí, se ha convertido desde hace mucho tiempo en mi vía de escape a los estreses del trabajo, los flirteos y desventuras emocionales, las alegrías y logros conseguidos, etc. Hoy lo cierro de manera indefinida. No sé si volveré en dos semanas, un mes o quizás nunca. No puedo asegurar nada. Sólo se que debo de hacerlo porque ha pasado un ciclo y lo que me pide el cuerpo, y sobre todo mi cabeza, es cerrar algunas ventanas para evitar que se vaya el calor que hay dentro de la habitación. Y este es un ventanal, que por ahora, debe de estar cerrado a cal y canto hasta nueva orden. Quizás muchos se alegren porque creerán (ilusos ellos) que esto evidencia que me hundo. Se equivocan. Floto y casi vuelo. Otros, sin embargo, supongo que se entristecerán porque dejarán de conocer regularmente lo que me acontece (siempre contado en clave y sin detalles obvios). Lo siento, de veras. Pero es lo que toca. No es una despedida, es un hasta luego. Un "kit-kat" en el camino que tnato bien me va a hacer y que más de un muy buen amigo me solicitaba que llevara a cabo (dicho y hecho).
Eso sí, como no podía ser menos, antes de escribir mis últimas palabras cuelgo la foto, y no tengo abuelas, ojo!, en la que me he visto más atracativo e interesante que nunca (a lo mejor no es para tanto, pero viniendo de mí es mucho jeje). De esta forma os acordareis de mi cara por si algún día decido volver (porque amenazo con hacerlo :P)...



Ya sí. Os veo, a vosotros, sí vosotros!, en los bares, en esos que siempre frecuento. Al resto, hasta otra y gracias por vuestra constancia y fuerza de voluntad al leer mis paranoias y adefesios varios. Os mereceis una estatua en la plaza de mi pueblo!. Hasta siempre...

Aire puro

Con perlas como "¿qué es eso que brilla en el horizonte?", "¿dónde está Laujar?" (habiendo cruzado el pueblo un par de horas antes) o "Tienes un 50 por ciento de posibilidades de volver con vida" transcurrió la jornada del domingo que ahora ya ocupa una parte de mis recuerdos. Seis amigos, muchos de la infancia, otros de la etapa educativa en el instituto, nos dábamos cita para recordar viejos tiempos y saber, como cada año que pasa, un poquito más de nosotros. El lugar de encuentro, el paraje de Monterrey, un espectacular y frondoso emplazamiento situado en las montañas que abrazan a Laujar de Andarax. El lambrusco, el chorizo frito y las risas no faltaron a su cita. Una reunión que me permitió descubrir que hay gente que aunque pasen los años te sigue apreciando y respetando como cuando la conociste. Una cita, que por ende, me teletransportó a un lugar paradisiaco que evocó en mi mente tantas y tantas ilusiones... Supongo que emanaban por la tranquilidad y el aire puro que allí se vivía. En cualquier caso, un momento para no olvidar. De esos que tan buen sabor de boca te dejan por todo lo que te regalan antes, durante y después de vivirlos. El día dio para muchas conversaciones. La eterna juventud, los planes de futuro, los casamientos o futuras adquisiciones rondaron en la plazoleta empedrada y un tanto envejecidad que nos recubría del frío. En definitiva, fogonazos de vida que me han permitido descubrir que la mía, no es tan rara ni diferente como muchas veces me empeño en pensar. Una experiencia, que como las natillas, me gustaría repetir una y otra vez. ¿Será posible? Tomo aire puro, del de las sierras escarpadas y boscosas de Almería, y no lo suelto (porque lo necesito). El año que viene más, seguro.



Dos de la tarde. Chorizos criollos morían calcinados bajo las ascuas de una vieja barbacoa. El menda, ana, jenny, toto, lagarto y mari estuvieron allí. Éramos los que estábamos pero no hacía falta nadie más. ¿Alguien dijo que las amistades imperecederas no existen? Que tome ejemplo.

Matices y sostenidos

Llevo unos días un tanto alterado en lo que concierne a los sentimientos personales. Eso no quita, por supuesto, que no me siga entregando al cien por cien en mi trabajo. Eso sí, el cansancio comienza a pasar mella y empieza a haber cosas que me molestan más de la cuenta. Pequeños matices que, sin ser de gran importancia, alteran un poco mi ritmo vital. Hablando en el argot musical, es como un sostenido añadido a la nota primitiva. Supongo que todo tiene que ver con la edad. Ya no tengo 15 años y hay cosas que ya empiezan a pesar mucho en mi cabeza y a rondar más de la cuenta en la misma. En cualquier caso no hay otra solución para esos añadidos "innecesarios". Están ahí y estoy aprendiendo a convivir con ellos. ¿Todo en la vida es adaptarse y seguir caminando no? Pues sigamos... (y en un par de horas a currar y con un sueño de tres pares de cobertores...)



Y hablando de currar. Aquí me encuentro en mi hábitat natural. Donde doy lo mejor de mí (aunque también se torear bastante bien en otras plazas, jeje) y me siento como pez en el agua. Esta es mi vida añado y por ahora, hasta nueva orden, no hay más (un poco de conchas, of course :D)

Inspiración

Me encuentro inspirado. Desde que ha entrado 2008 siento la necesidad imperiosa de escribir constantemente. Parte de esa adicción la canalizo durante las largas jornadas de trabajo periodístico. Pero siempre me falta un poco y ése, lo sacio aquí, en mi rincón. Desde que dos preciosos ojos nublaron mi mente ya nada ha sido ni será lo mismo. Dicen que los flechazos existen. Que el amor a primera vista es posible. Nunca había creido esas tretas de enamorados enfervorecidos. Ahora me doy cuenta de que era un iluso y un escéptico. Cuando menos te lo esperas; cuando no vas buscando nada; cuando tu corazón se relaja y apenas late; cuando la soledad empieza a darte todo aquello que anhelabas... aparece. Ya nada es y será lo mismo. Ya no camino de la misma forma por la calle. Ya no miro al suelo con la vista perdida. Ya vuelvo a contemplarme con nerviosismo delante del espejo. Ya no busco las combinaciones imposibles vistiéndome. Ya no quiero nada más porque ya lo tengo TODO. Son algunas de las sensaciones que ahora pululan por mi cuerpo. Muchas de ellas enterradas y otras nunca descubiertas hasta ahora. Más claro el agua...



Pedí un deseo antes de tomarme las doce uvas para dar la bienvenida a 2008. Sea quién sea me lo ha concedido con creces. Porque la avaricia rompe el saco, ya sólo me conformo con tener salud, trabajo, mi gente, mi familia y mi Conchi...

De cangrejos y caminos opuestos

Hoy estoy en plan reflexivo. Y es que si echo un vistazo hacia atrás me asusto al comprobar lo que he andado ya desde que vivo en el año 2008. Dicen que cuando uno está feliz y agusto el tiempo pasa más deprisa. A mi me está pasando. Parece que llevo la quinta metida y el velocímetro marca 120 km/h de manera ininterrumpida. Nueve días que me parecen ya meses. Nunca antes había tenido una entrada tran intensa y triunfal a un nuevo año. La razón es muy sencilla. He sido "tocado" y ya no camino hacia atrás como los cangrejos. Mis pasos tienen el rumbo opuesto. Ya camino de frente y miro el horizonte con una sonrisa que me delata. Mis pisadas en la arena sólo se ensombrecen con las finas conchas que me rodean. Ellas, una a una, me van guiando por el camino correcto mientras esos graciosos (e inoportunos) moluscos se van alejando lentamente de mi vista. Como diría Fito, "dejadme nacer que me tengo que inventar". Yo ya lo hago porque "acabo de llegar"... (para no irme)

Dolores estomacales (pero con gusto)

Hoy es mi último día de vacaciones. El séptimo y último. Mañana toca volver a la redacción que cada día me hace sentirme tan bien profesionalmente. Lo hago con dolor de estómago. Ya no vuelvo sólo. Un virus martiriza mis entrañas, pero bendito virus. Ya nada será lo mismo. No lleva siéndolo desde hace 6 días. Si por algo lamento que se acaben este período de asueto es, sin duda alguna, por volver a los horarios laborales y no tener todo el tiempo del mundo para compartirlo con quien deseo. Es un nuevo punto en mi escala vital. Canta, huele, habla, gesticula bien. Es un virus completo, oye. Ojalá no haya medicina para erradicarlo. En cualquier caso, no pienso vacunarme, por si las moscas... Lo dicho. Mañana vuelta a la bendita rutina. Eso sí, con el mar bajo mi brazo (por las conchas digo ;-P).

Noche para soñar (con un plus de ilusión)

Es noche de Reyes. Vienen los Magos. Recuerdo con una gran sonrisa la importancia y la ilusión que generaba durante mi infancia esta peculiar y mágica cita navideña. Ha llovido mucho desde entonces. He pasado por etapas en las que levantarme el día 6 de enero era como cumplir con el momento y poco más, hasta a hacerlo entregado por lo que me había reportado el ser bueno durante todo un año. Echando la vista un poco hacia atrás, debo confesar que en estos últimos años mis ganas porque llegara esta noche eran casi nulas. Eso ha cambiado drásticamente. Lo bueno es que yo ya he recibido mi regalo de manera anticipada y es tan valioso que tiene visos de perdurar de por vida. Ella es la culpable de que esta noche me acueste deseoso de conocer que me traerán mañana los Reyes Magos. Sea lo que sea, como ya he dicho, yo ya tengo el PRESENTE entre mis manos. ¿Vendrá todos los años como sus Majestades? Ojalá (ese si que sería mi mejor regalo para la posteridad...)



Porque yo también me siento como un Rey y ahora, más que nunca, gracias a una persona que me trata y me mima como tal. En el caso de la fotografía que acompaña estas líneas, lo fui en la casa de mi tía Antoñita en Nochebuena. Así soy yo.

De corderos, villanos y enfermos (de amor)

La vida es un cóctel cargado de condimentos, a cada cual más especial y raro. Al agitarla puedes combinarlos y conseguir brebajes totalmente diferentes. Un día puedes tomarte el que sabe a cordero. Ya se sabe, ese que te convierte en la persona más buena del mundo y que asiente sin rechistar. Sólo sabe trotar y seguir al rebaño comandado por el pastor y que te libra, que suerte (nótese la ironía), de tener que preocuparte por nada más. Pero es que puedes seguir agitando el cóctel y conseguir el del malo malísimo, el villano de turno, vamos. Y entonces te transformas en el ser más cruel y despreciable del universo. No quieres saber nada de nadie y tu cometido es predicar y producir el mayor dolor posible. Falta me haría (nótese nuevamente la ironía). Finalmente, entre los millones de posibilidades, te puede tocar el de enfermo (de amor). Un estadio que te sumerge en un mundo de idealizaciones y en el que los problemas de a pie (hipotecas varias y pagos atrasados, por ejemplo), pasan a un segundo plano. Lo cotidiano prácticamente se desvanece y los sentimientos afloran de manera exacerbada. De este combinado a más de uno le gustaría atragantarse y, sin embargo, se conforma con imaginarlo. He de apuntar en mi defensa que yo ya estoy borracho. ¿Pero de cuál de los tres?. Una respuesta tan sencilla como hablar con unas u otras personas que pululan por mi vida para saberlo. El caso es que hoy me he sentido cordero, villano y enfermo. ¿Seré tanto de uno o tan poco de otro, o mucho de ambos o de los tres o de ninguno?. Me guardo la respuesta. Quién debe de saberla la conoce de antemano.

Ronan Keating - When you say nothing at all

Desenpolvando viejas canciones de mi gigantesco y laberíntico disco duro he encontrado esta que acompaña a mi post. Dice todo y no dice nada. Un tiempo pasado que fue bueno y otro que se avecina que, seguro, será mucho mejor. Porque como siempre digo y no me cansaré nunca de hacerlo: La vida puede ser maravillosa...

Rodando una película, silencio por favor

Han pasado poco más de 48 horas desde la despedida de 2007. Y comienzo a pensar que estoy rodando una película. No es de Hollywood pero cuenta con una dotación presupuestaria que más de una Tomb Raider o Indiana Jones de tres al cuarto quisieran para sus films. Ha llegado. Sólo puede decir eso. El resto sobra. El tiempo se paró con la entrada a 2008. Y ahora, asentado y aferrado a una nube oteo Almería de otra manera. Porque la vida puede ser maravillosa y yo puedo decirlo a boca llena: LO ES. Una canción de Mikel Erentxun (quíen iba a ser si no) titulada "Seda" lo expresa a la perfección:

Leo seda cuando miro tus manos
y siento que es la primera palabra
que aprendí a leer
que aprendí a creer
Tu me sedas a tu manera
con un poco de mano izquierda
y no me importa por qué
Encadename y liberame
acércate y luego aléjate
enciéndeme apagándome
y no guardes nada para después

Que caigan chuscos de nieve como patos de grandes. Que diluvie y no deje de llover en 20 días. Que la burbuja inmobiliaria explote y regalen pisos. Que le toque a todos menos a mi la lotería del Niño. Pero que esto no se acabe nunca... Ese es mi deseo para 2008 y los próximos 60 años (o más).

Sencilla alegría (porque no puedo ni debo estar triste)

Hace escasas horas escribía sobre lo importante que son mis amigos en mi devenir vital. Son como pequeñas hormiguitas que todos los días, sin prisa pero sin pausa, entran en mi hormiguero y me traen un grano de arroz. No se nota su presencia, pero están ahí. No fallan. Debo ser sincero. Se me han saltado unas lágrimas al leer el escrito que más adelante trascribo por completo. Creo que leyéndolo se entiende el porqué estoy tan orgulloso de MI gente. No podré presumir de tener miles de amigos, pero los que tengo, los de verdad, esos que tienen el movil 24 horas al día durante los 365 días al año para atenderte, no me dan la espalda. Al Alto Cojma le complementan personas como mi Mari (cactus). Fiel y paciente oyente de mis problemas. Nunca se queja. Siempre me sonríe. Hoy me ha hecho llorar. ¿La razón? Este escrito por el día de mi cumpleaños:

"Esta mañana me apetecía escribir algo para ti (sabes por qué, ¿no?), y aunque no tengo muy claro que puedo decirte (nos lo tenemos casi todo dicho) me dejaré llevar, te contaré lo que siento.

Pienso en ti y recuerdo buenos momentos juntos, ya sea de hace 20 años o del ultimo mes. Sin duda, recuerdo muchas conversaciones y vivencias de los últimos tiempos, pero guardo dentro de mí con especial cariño muchas cosas de antaño. Recuerdo aquellas caminatas juntos de vuelta a casa después de una jornada escolar intensa, nuestros juegos de parvulario y de colegio (no había quien nos ganara en inventiva), las tardes en tu casa ya fuera jugando con los “clips” o simplemente dibujando, todas y cada una de las excursiones que preparábamos para celebrar cualquier cosa. Recuerdo aquella planta que me regalaste por mi cumpleaños. Los viajes compartidos. Tus gafas redondas. Mis trenzas.

Recuerdo trabajos de clase, las partidas de ping-pong en tu tienda, aquel cumpleaños, el vodka con limón, el cortijo de Dolores. Recuerdo aquel poema de Bécquer (…tu pupila es azul…). Recuerdo tu primera fotografía retocada (seguro que tu lo has olvidado ya). Las clases de informática y el grupo Tigre, como nos hacíamos llamar. Recuerdo el Pirineo leridano y los chupitos…

Haciendo repaso me doy cuenta de que son muchas las cosas que hemos vivido juntos y sin duda, son muchas más las que nos quedan por compartir. Porque aunque no nos veamos todo lo que podríamos o desearíamos, sabemos (al menos yo lo sé) que solo estamos a una llamada de teléfono de distancia, y que dos segundos son mas que suficientes para notar que el tiempo no ha menguado esa amistad. Porque estas cosas solo te pasan con los amigos con mayúsculas. Porque en mi corazón sigues teniendo un buen sitio. Porque cuando miro las viejas fotos siento que no ha pasado el tiempo. Porque aunque no suela decírtelo mucho (por no decir nunca) te quiero. Porque ya son mas de 20 años congelados en recuerdos. Porque en días como este me acuerdo de ti sin necesidad de poner una alerta en el móvil.

Dicen que quienes comparten nuestra niñez nunca parecen crecer. Estoy totalmente de acuerdo, por eso para mí siempre seguirás siendo aquel niño regordete que conocí en mi primer día de cole y al que desde entonces considero mi amigo del alma. Un besazo y un pellizquito en esos mofletes en recuerdo a los viejos tiempos".

Un poco de mi pasado, un presente ilusionante y un futuro esperanzador. Es lo que me transmite su texto. Son las pequeñas cosas que nos da la vida, canta Luz en "Sencilla alegría". Así estoy yo. Ni hipotecas ni deudas económicas pueden destruir este momento. Gracias Mari. Tú también vas en mi corazón.




Cuatro amigos, de esos que forjan sus lazos de unión en parvulitos y que aguantan contra viento y marea. Totó, Mari,Marga y el menda.

Fuente: http://yomaricactus.spaces.live.com/ (No tiene desperdicio)

Los amigos, ante todo

Me he levantado con ganas de escribir. Será, pienso, porque sigo de vacaciones y el mono de relatar noticias de mi provincia está latente y no se esfuma. Aún quedan en mi cabeza ecos de la noche de bienvenida a 2008. Además del regustillo a whiskey (que va a tardar días en disiparse) y las manchas de alcohol que porta mi traje (toca sablazo en la tintoría de turno), quedan flashes, muchos. Era mi segunda Nochevieja con el Alto Cojma. Y fue superada con creces. Fue la de la reivindicación. La que reprobó algo que se palpa. Hay feeling. Esta mañana hablaba con uno de sus integrantes y me preguntaba si no me perdería por amor. Respuesta tajante. NUNCA. Si algo he aprendido durante este 2007 es que a los que te rodean, en mi caso en gran parte el Alto Cojma, hay que mimarlos (como a los corresponsales como diría mi director de periódico). Están ahí para lo bueno y lo malo, y eso es cierto letra por letra. No tengo nada más que decir porque NHDAC.

A seguir vacacionando...

Bienvenido 2008! (En Siobo y con la mejor gente)

Aún resuena en mi cabeza una canción que escuché anoche entre otras tantas de los 80 y 90 y que dice:

En algún lugar de un gran país
olvidaron construir
un hogar donde no queme el sol
y al nacer no haya que morir.

Y en las sombras
mueren genios sin saber
de su magia concebida sin pedirlo
mucho tiempo antes de nacer.

Es ni más ni menos que "En algún lugar" de Duncan Dhu. Mi lugar, en la noche de despedida para 2007 y de bienvenida para 2008 fue Siobo. Un pub pequeño, diferente, cargado de encanto, y que por 40 euros me proporcionó toda la diversión que necesitaba, sin duda. Allí estaba el Alto Cojma (Pablo, Víctor, Raul, Javi y el menda) y grandes mujeres (Lina y Juani, of course). La líamos. Fue una noche para recordar y jamás olvidar. Se está convirtiendo en una costumbre lo de pasármelo en grande cada noche que salgo. Y anoche no fue para menos. Aún me duele la cabeza. Pequé en tantos sentidos... Noche redonda. Llena de magia. De sonrisas perdidas. De miradas encontradas. De subidas de moral y otras cosas (ejem) y sobre todo, de amistad y buen rollo.
Me despedía un post más abajo de 2007 con un balance escueto de lo que había acontecido en él y pedía que 2008 fuera aún mejor. Ni a pedir de boca diría si rememoro la noche de ayer. Acabé a las 11 de la mañana con mas whiskey en mis venas que sangre en la cabeza tiene Pocholo. Cuando menos te lo esperas ocurren cosas impredecibles, aunque siendo Jesulín de Ubrique (es lo que tiene los juegos en una nochevieja en Siobo), cualquier cosa puede pasar. Anoche fue una de esas en la que ocurrieron mas de una, de dos y de tres... Ahora, casi un día más tarde desde que acabara esa noche mágica, me doy cuenta de que fue especial. Por fin, y lo digo ya alto y claro, destierro viejos fantasmas y rompo algunos tabúes y miedos que me embargaban. Todo es posible. Y este 2008 pinta para eso y más. Seguro.


La cámara de Giants captó muchos momentos de esta noche mágica. Me quedo con esta. Cerca de las 8 de la mañana y el Alto Cojma más fresco que una rosa (y que mi corbata jeje). Además, me veo atracativo en la misma jeje. Esta es mi vida, ¿no Monty?