viernes, 24 de octubre de 2008

De estar a gusto y esas cosas

Llevaba ya varias semanas sin pasar por mi rincón de las confesiones. Y no es que haya estado absolutamente estresado y escaso de tiempo para no hacerlo, no, es que he querido, en cambio, darme un tiempo de desconexión para entregarme en cuerpo y alma a otras cosas. Uno ya se va haciendo mayor y comienza a valorar con más intensidad hechos, acontecimientos, que en otros momentos pasaban totalmente desapercibidos para mí. Y ahora, cuando el gusanillo de escribir, de dar rienda suelta a mis pensamientos ha vuelto a resurgir me doy cuenta de que estoy abriendo de par en par las puertas de mi ser. Comienzo a despreocuparme cuando la palabra "compartir" la conjugo en plural ya sea en presente, futuro, condicional o pretérito imperfecto, da igual. Esto a gusto y siento que es lo mejor que podía sucederme. Eso sí, mis gadgets y caprichitos tecnológicos no me los quita nadie (con la edad que tengo ya para que vamos a cambiar, ¿no?). El caso es que, resumiendo y hablando en plata, estoy feliz y por ello me gusta gritarlo a los cuatro vientos. Ya me tocaba una racha así en la que muchas personas nuevas han entrado en mi vida y cada vez me siento más lleno de amistades y lazos de conexión invisibles con decenas de personas. Bonita vida, aunque dura, la de ser periodista... (pero no me arrepiento)



Con la familia materna en el Puerto de La Ragua en la famosa quedada de las manzanas el pasado 12 de octubre (cuantas veces me las he perdido por insensato...) en la que Patán lo dio todo (y lo que le queda)

jueves, 9 de octubre de 2008

Tributo

Me he sentado a esperar 

A ver brotar el sol 

Que nazca de tu pecho 

Y he sabido que no eres diosa o diablo 

Solo una mujer de carne y hueso 

Ni tan solo un Ángel caído, 

Eso sí, la más bella del Edén 

Al menos para mí


Un pequeño tributo a una persona que lo tiene todo...

(Manolo García- Me he sentado a esperar)

sábado, 4 de octubre de 2008

Pimienta y sal


Son días de tranquilidad. Se avecinan cambios laborales indirectos y nunca viene nada mal desconectar para afrontarlos con mayor entereza. Un momento en el que un pequeñajo de poco más de dos meses me está haciendo descubrir una faceta inédita en mí (aunque creo que innata): la de educador. Patán, ese chucho larguirucho y con cara de Patán (veáse wikipedi y los autos locos para entender el simil), da más guerra de lo que esperaba. Comer, dormir, jugar, defecar y orinar. Tremendas responsabilidades las que tiene. Y en todas necesita de mi férrea presencia para moldearle. Es como esa pizca de sal extra que siempre le echas a tu plato preferido para exacerbar sus contrastes en los sabores. Por contra, él me devuelve todo ese empeño en un cariño que va in crescendo. Ya soy su mentor, su jedi. Él, mi joven padawan, la cantidad idónea de pimienta para una vida que se ha tornado cambiante y en la que ya nado a lo Michael Phelps. Así somo nosotros. ¡¡Guau!!  (con tonillo perruno)

miércoles, 1 de octubre de 2008

De clones


¿Hay alguién más perro que yo? Sí, mi Patán. Ha llegado de rebote y amenaza con quedarse para siempre. Ya tiene cama, comida y juguetes (a la espera por falta de liquidez económica de su caseta para la terraza) y también unas ganas locas de hacerme feliz. Su primer día no ha sido de los mejores: se despide de su hermana y madre; pilla un resfriado intenso por salir por primera vez a la calle; le pinchan para ponerle una vacuna; le cortan las uñas y encima cambia de hogar. Tremendo. Pero como perro inteligente que es (dicen que se parecen a sus amos y la verdad es que estoy totalmente de acuerdo con esa afirmación), ha necesitado sólo un minuto para saber cuál es su cama (donde ya duerme plácidamente) y otros dos para hacer sus necesidades básicas en la terraza (ya se ha estrenado en ambas el jodío). Y siguiendo con ese dicho de perro=amo, el chucho (porque pedigrí si acaso tiene en la pata derecha estilo dálmata) traga pienso como una mala bestia (ya apunta maneras de barriga cervecera). Ya puedo decir que comparto mi casa y que las frías noches de invierno no estaré solo. Esto huele y pinta bien. ¿Habrá llegado ya el momento de dejar de ser tan narcisista?