sábado, 21 de febrero de 2009

Variando (y sin parar)

Casi veinte días después de mi última visita por aquí debo de confesar que no he echado mucho de menos el blog. De hecho mi espacio de tuenti y de gentemessenger (de facebook me negué en rotundo) llevan más tiempo incluso sin actualizarse y no es porque no haya habido momentos con foto incluida para rememorar en este corto espacio de tiempo no, es que el febrero loco, este mes de 28 días y gracias, me suele provocar siempre una dejadez inusitada que me lleve a alejarme más de la cuenta de muchas obligaciones ya adquiridas (esta ya es una de ellas). Así, a bote pronto, ha habido tiempo para vibrar con Los Secretos en Roquetas, llorar de alegría en un Estadio de los Juegos Mediterráneos a rebosar con un Almería a lo campeón (3-2, menuda remontada),un viaje al Almanzora para saludar a mi buen amigo Chaves y un descubrimiento sin precedentes con La Sonrisa de Julia (7 euros en el Teatro Apolo, bravo alcalde) con los que tuve la ocasión de volver a reencontrarme con viejos amigos murcianos y alicantinos de la época de Duncan Dhu y Erentxun que tenía más de una y de dos cosas que contarme. En la variedad dicen que está el gusto y creo que no voy a parar de aplicar esa máxima. Así me va (que ni pintao)

lunes, 2 de febrero de 2009

Días de redención


El lunes fue un día para la redención, para eximirse de dolores, penurias, penas, quebraderos de cabeza. Todo comenzó de madrugada. El equipo A (C) volvía de Mestalla (qué frío pase!!!) cabizbajo tras un partido épico del Almería ante un Valencia resultón y pegador. 3-2 y para casa. Lluvia, mucha niebla (y sin antinieblas), dos roncando y uno en estado catatónico. Así volvía el menda a las 2 de la mañana de este fatídico lunes en un Seat León de alquiler. Las más de tres horas y media de viaje me dieron para recapacitar muchas cosas. Momento de la redención. De recordar viejos pensamientos hacinados en un rincón escondido de mi mente. Hace poco más de un año hicimos el mismo recorrido, con el mismo conductor y pasajeros y un resultado diferente, 0-1. Mereció la pena, sin duda. Todo lo contrario a la noticia que horas más tarde recibiría. Ha muerto Hans Beck (*). Y se preguntarán muchos quién coño es ese guiri. Sencilla y llanamente el creador de los 'clicks' o Playmobil, como guste. Un hombre que permitió configurar mi infancia y desarrollar mi inteligencia hasta límites insospechados con aquellos muñecos de plástico duro con brazos articulados, piernas rígidas y cabellera desmontable. Un hito, una leyenda. Aún conservo la pala de cuatro ruedas amarilla con la que yo, constructor avezado, allanaba los caminos para levantar grandes edificios. De los cowboys, el ford rancho, el barco pirata y el pesquero, las hordas medievales y mis centenares de caballos e indios apaches ya no queda nada.

Es tiempo para la redención (y comprarme un clics)

(*)www.20minutos.es/noticia/447546/0/clicks/playmobil/beck/