miércoles, 29 de septiembre de 2010

Himnos


Hay canciones que entran directas al top ten de las preferidas, de las que se canturrean en los momentos de soledad, en los de alegría, en los de asueto, en cualquier momento. Cada uno tiene las suyas y Fito y Los Fitipaldis son seguro denominador común en el imaginario de muchos que gustan del buen rock&roll, de letras cargadas de significado, de momentos cumbre.

Puede que sea esta la canción
La que nunca te escribí
Tal vez te alegre el corazón
No hay mas motivo ni razón
Que me acorde de ti


Así empieza mi himno personal. La canción que junto con Zapatero de Manolo García, se han convertido en mis dos ojitos musicales (sin olvidar nunca a Duncan Dhu y Erentxun en solitario). Me identifico con ellas como con ninguna otra canción.

Yo me fui no se hacia donde
Solo se que me perdí
Yo me fui no se hacia donde, y yo solo me perdí
Hay un niño q se esconde, siempre detrás de mi


Otra estrofa. Sin palabras. Es lo que hay. Y el cierre, sublime, directo, provocador, evocador, sincero:

Todo y nada hay que explicar,
Quién conoce de este cuento
más de la mitad
Soy mentira y soy verdad
Mi reflejo vive preso dentro de un cristal
Todas las cosas que soñé
Todas las noches sin dormir
Todos los besos que enseñé
Y cada frase que escondí
y yo jamás te olvidaré
Tu acuérdate también de mí
Nunca se para de crecer
Nunca se deja de morir


Es una constante en mis rutinarios viajes diarios para ir a trabajar. También me acompaña en el gimnasio p cuando llueve y me cobijo en La Envía acompañado de una buena peli y palomitas. Inmensa, no hay más.

Gracias Fito.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Donde todo empieza

Toda historia tiene un principio. Un big bang que genera un momento de continuidad. El mío nació en un pequeño pueblo de la Alpujarra almeriense llamado Alhama de Almería. Allí se forjaron mis sueños, mi personalidad, mis primeros fracasos y también mis primeros éxitos (tanto monta monta tanto). Crecer allí fue un regalo, con mi bici como compañera inseparable y esas vegas en las que perderse al amparo de la naturaleza marcan y mucho. Hoy me he acordado hablando con un compañero de profesión de lo diferente que es crecer en un pueblo frente a una ciudad como podría ser Almería. Todo cambia. Aún sigo soltando de vez en cuando algún ramalazo de inocencia, esa que sólo florece en lugares en los que la maldad y la desidia son palabras tabú.
Cada vez que vuelvo a pisar Alhama revivo mi infancia, mi adolescencia, mis raíces, donde todo empezó. Por eso quizás nunca podré marcharme de aquí. Necesito volver aunque ya nada sea igual y lo que antaño fue maravilloso hoy se torna desconocido. Soy un extranjero más que vive (y revive) de ese pasado.
Pero algún día todo eso cambiará. El plan está en el horno. Esperemos que cuaje y no termine siendo un bloque de hormigón. ¿Acaso es malo volver a empezar?

martes, 21 de septiembre de 2010

XL

L. Una consonante como otra cualquiera del abecedario. Un objetivo personal con visos de convertirse en palpable. XL, una talla de ropa masculina. Una medida que me acompaña desde hace más de cinco años. XL - X = L donde X es igual a Gym (gimnasio). Una ecuación perfecta. Todo marcha molto benne.
Comienzo a afilar los cuchillos, ya han caido siete pero aún faltan otros diez...

domingo, 12 de septiembre de 2010

De ultratumba

Es la coletilla que acompaña a la cuarta entrega de Resident Evil y le viene como anillo al dedo. Soporífera, alborotada, infumable e incluso descafeinada. Son algunos de los calificativos para una película que desprestigia a la trilogía que le precede y que ejemplifica el mal rumbo que ha tomado esta gallina de los huevos de oro que ha terminado por estropear la imagen de la siempre sutil y convincente Milla Jovovich, sin duda, todo un despropósito cinematográfico.
Con un inicio esperanzador, coquetea rápidamente con la acción en la que prima mucho derroche de efectos especiales cutres y acrobacias circenses y cuatro sustos previsibles. Y acabar, pues ni acaba, porque cierra el telón con un final abierto para una nueva entrega, que esperemos que sea la última para dejar descansar de una vez por todas a la saga Resident Evil, demasiado maltratada ya por Paul W. S. Anderson, un encaprichado en adaptar videojuegos al séptimo arte y que tras esta última andanza debería replantearse dejar un tiempo tranquilo a este sector de ocio digital.
Sin duda, una noche de sábado mal aprovechada ya que la opción B era Lope y tras este gran fiasco -que incluso me ha quitado el sueño-, pienso que habría salido más contento tras apoquinar los 11 euros de rigor por dos entradas...

viernes, 10 de septiembre de 2010

La historia interminable

Las personas desaparecen tras el paso inevitable del tiempo. Las construcciones se hacen inmortales si la mano del hombre no las maltrata y las inclemencias meteorológicas no hacen demasiada mella. Eso debe de pensar la puerta de entrada a mi cortijo. Ubicado a orillas del río Andarax, sigue aún en pie desafiando el tiempo. Ya son más de dos siglos de historia, ahí es nada. Ha visto crecer (y morir) y ha dado cobijo a muchos de mis ancestros y hoy conocía a nuevos personajes de esta historia interminable. Es su devenir y a pesar de sus maltrechas paredes, sus resquebrajadas puertas y ventanas y sus desgastados suelos, sigue irradiando ese toque místico y familiar que siempre me transmitió desde que no levantaba más de medio metro del suelo.
En breve todo eso cambiará. Su raída fisionomía volverá a lucir de forma pletórica. Los humanos (por suerte) no tienen esa facultad de rejuvenecer de manera tan brusca y opuesta. Le toca volver a mostrar su mejor cara para las nuevas historias y vivencias que recreará en el futuro. Me recuerda a una gran canción de Mikel Erentxun, El invierno es mujer. Y es que lo mejor llegará con el frío, acurrucados frente a la chimenea viendo como arden las penas y se fraguan los lazos de la amistad y el amor.
Es un sueño con final feliz porque como en toda buena historia, lo rural y sencillo venció a lo metropolitano y sofisticado. Así debió de ser siempre.

martes, 7 de septiembre de 2010

I have a dream


El sueño americano. Labrar su futuro, tener dinero, mujeres y éxito, y como no, respeto. Ese es el sueño de Vito Scaletta, el personaje principal de Mafia II, un juego que ya ha sentado las bases para que se le recuerde como una obra de arte digital. Una historia de cine de cinco estrellas narrada a golpe de click y teclado. Una secuela, que sin llegar a rozar el dramatismo y la grandiosidad de su primera parte, permite al espectador descubrir los entresijos del crimen organizado en los Estados Unidos de mediados del siglo XX. Una recreación minimalista de sus gentes, sus atuendos, sus calles, su música, sus coches, que saciará hasta al más exquisito historiador y que, como todo lo bueno, se acabará pronto, demasiado pronto.
Pero antes de ese momento culmen, que muchos han tildado de insulso, impreciso e inverosímil (yo prefiero calificarlo de gatillazo), habrá habido tiempo para asaltar a punta de pistola un par de garitos, aniquilado a unos contrabadistas chinos, pateado el culo a una banda de traficantes negros, haber salido ilesos de varias persecuciones en coche con la policía pisándonos los talones y un largo etcétera en el que caben todas aquellas situaciones que nos vienen a la mente si recordamos El Padrino.
Un videojuego altamente recomendado que ha saciado mi larga espera de ocho años desde que en 2002 sorprendiera a propios y extraños aquel juego llamado Mafia. Bienvenido a la Familia...

domingo, 5 de septiembre de 2010

Descanso


Domingo largo. De cama, sofá, un poco más de cama, con mi rubia, y nueva y variada música sonando en el 7.1 del salón. Luego un poco de consumismo capitalista con flamantes adquisiciones en mobiliario y vestimenta para calzar nueva percha. Domingo de los que siempre se sueñan y apenas llegan. Domingo resacoso tras una boda en la que la originalidad y el detallismo alcanzaron casi la perfección (tomo nota). Domingo de descanso, de desconexión, de olvido, también de indiferencia, sin Patán. Domingo en el que ha sonado bien y mejor la canción que acompaña estas líneas (versión de ¿Quién se acuerda de tí? de Mikel Erentxun interpretada por un buen amigo de Córdoba) mientras me esmeraba en mis labores de pornochacho. Una de las míticas canciones que forman parte de mi BSO personal. No podía faltar. Domingo, en definitiva, que cierra una semana cargada de misticismo, ilusión y, sobre todo, clarividencia. En siete días, más...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Semblanzas



Ambos odiamos los atascos y a la vez nos encanta conducir. Tenemos claro lo de Norberto Jr y ese viaje a Egipto. Nos encanta la xbox360 y el fútbol. Y hasta Mikel Erentxun es para ambos digno de devoción (más en mí, obviamente). El helado y el mojeteo son dos de nuestras aficiones más comunes, pero nada supera eso de dormir hasta que la luz penetra por esa vidriera naranja que estiliza nuestro pequeño hogar. Sufrimos con Hachiko y vibramos con Espartaco, y entre medias, abandonamos las palomitas. Escapamos de las grandes aglomeraciones pero siempre soñamos con volver al Faro de Cabo de Gata donde todo recomenzó.

Semblanzas de una historia común con visos de eternizarse. Así somos.