sábado, 27 de marzo de 2010

Renovarse o... ¿qué?


De menos a más. Con la empatía que sólo unos pocos elegidos tienen. Así nos ganó anoche Antonio Orozco en el Auditorio Maestro Padilla. Podría definirlo como uno de los conciertos en los que más he disfrutado. En los más que me he dejado llevar. Donde lo que ofrece es mucho más de lo que te esperas. El último disco de este catalán, apedillado "Renovatio" se lo ponía todo más fácil por las grandes canciones que atesora. Y detrás un largo bagaje musical con el coqueteo incesante entre lo comercial y lo transgresor. Y en ese dilema de difícl elección, Orozco se mueve como pez en el agua. Ayer por la noche lo demostró con creces. Un público entregado, como hacía años y años que no veía (a excepción de un concierto mítico de Erentxun en Granada o el de Heroes del Silencio en Valencia).
Y es que haciendo uso del título del disco, y disfrutar como nunca con él o sus anteriores trabajos ('Semilla del silencio', 'Cadizfornia', o 'El principio del comienzo', a cada cual mejor) he llegado a la conclusión de que a mí también me toca renovarme. Mi refugio ha sido el primero en hacerlo. Muebles nuevos, un dormitorio que ahora parece un palacete y más, mejores y más grandes gadgets con los que disparar mi adrenalina y excitación tecnológica. Por dentro las cosas van como los quehaceres de Palacio, ya se sabe, despacio. Van y no dejan de ir mientras los fantasmas del pasado se disipan. Mañana más, prometido (tras un mes de descanso y desconexión)

P.D. Felicidades pitufa. Este (y los que vendrán) es el mejor de mis días, sin duda ;-)