sábado, 31 de julio de 2010

Starcraft 2

Ha pasado más de una década desde que en plena pubertad disfrutaba como nunca antes lo había hecho con un juego llamado Starcraft -después llegaría la obra maestra titulada Outcast-. Aún recuerdo esas tardes, tras haber aprobado la Selectividad, eliminando hordas Zerg y batallones Protoss. Momentos en los que comenzaba a sentir las llamadas mariposas en el estómago por primera vez y ya buscaba residencia para comenzar mi etapa universitaria en Sevilla.
Pues bien, desde hace unos días tengo su segunda parte en mis manos. Mucho ha cambiado desde antaño. Ahora más cerca de la treintena que nunca, con una hipoteca a cuestas, y muy bien acompañado sentimentalmente, degusto de nuevo esta anhelada experiencia desde otro prisma. Y es que tras cinco años renegando de los juegos de estrategia (tan sólo algún Command&Conquer ha conseguido engancharme) he vuelto a disfrutar de nuevo con este género tan necesitado de un revulsivo. Y esta vez si, ha llegado el ELEGIDO para sacudir los cimientos de un enquilosado gremio que poco a poco -tras haber sido el género de referencia para los amantes del PC- había ido perdiendo en frescura, espectacularidad y seguidores.
Pero todo eso se acabó. Starcraft 2 devuelve a la estrategia al lugar que se merece, del que nunca debió de retroceder. Es un juego dinámico, diferente, inmersivo, épico, cargado de momentos únicos. Una obra maestra digna de ser saboreada lenta e intensamente.
Raynor ha vuelto y promete venganza. Yo seré su brazo ejecutor...

martes, 27 de julio de 2010

Today is THE DAY (Hoy es EL DÍA)

Parece que fue ayer y ya han pasado más de dos años y medio. Su sonrisa me encandiló en Siobo. Después llegó el faro que todo lo ilumina, ese interrogatorio selectivo, el primer beso antes de pedir una copa... Y hasta hoy, 27 de julio, con 30 añitos bien cumplidos ahí anda cocinando croquetas para las compañeras del trabajo a las tantas de la noche sin desprenderse de esa sonrisa mágica. Por eso es quién es y por eso está donde está, ¿verdad?.
Curiosamente hoy decenas de millones de personas están de celebración. Se pone a la venta el ansiado y esperado Starcraft II y más de un chino y de dos estará ya aniquilando Zergs sin parar en la pantalla de su ordenador mientras pasan y pasan las horas.
Pero no hay que irse tan lejos para celebrar tan magno día (Today is THE DAY, como se repite ya en muchos foros guiris que ya calientan motores con el juego de estrategia). A escasos metros de esta pantalla ya se percibe ese estado de euforia, de miradas cómplices y de sueños que caminan de la mano.
Hoy es EL DÍA marcado en el calendario con rotulador fluorescente de color naranja. El que marca un importante devenir en el que la palabra pesimismo no está registrada.
Sí, TODAY is THE DAY.

Felicidades rubia...

martes, 20 de julio de 2010

De vacaciones infinitas


No puedo negarlo. Volver el lunes al trabajo fue más fácil de lo que imaginaba. Tras 16 días de descanso imaginaba que se me iba a olvidar escribir y redactar noticias para los almerienses. No ha sido así. Tampoco es que haya sido un camino de rosas pero el estar rodeado de un grupo de periodistas tan profesional, entrañable y cercano facilita el acoplamiento a la monotonía laboral.
Atrás quedan las horas de contemplación, de lectura, de disfrute digital, de no despegarse de las sábanas y de reir más de la cuenta con gente que está ahí pero que no sueles ver a menudo por los intempestivos horarios que suelo tener.
La semana avanza y cada vez quedan más lejos los días en los que la mayor preocupación era que iba a comer y si hacía o no mucho calor para ir a la playar o subir a la azotea para darme un baño en el jacuzzi.
Toca de nuevo combatir con los políticos almerienses, con los teléfonos que no dejan de sonar y que siempre te dejan tirado a última hora y sobre todo, con el reloj para poder escapar de la Redacción a tiempo para ver el sol y recordar que estamos en pleno verano (aunque las altas temperaturas ya hacen a todas horas).
Hoy me decía una compañera que tenía ganas de volver a trabajar. Que se le habían hecho muy largos los 19 días de vacaciones que se había tomado. Un poco más y le arreo al escucharla. No concibo como alguien puede desear volver a trabajar pudiendo disfrutar ese tiempo viajando, con los amigos, o simplemente tomando un café sin agobios mientras ves la vida pasar.
Cada año que pasa (y ya son casi 7 desde que me incorporé al mercado laboral y la Seguridad Social hace palmas cuando ve mi nómina) me digo a mi mismo que tengo que cogerme un mes entero para intentar emular lo que serían unas vacaciones infinitas, pero por H o por B nunca cuadra la cosa. Espero que el verano que viene, cuando lea este post, pueda reafirmar esta petición.
Hasta ese momento toca esperar a agosto y septiembre para volver a evadirme. Ya queda menos...

domingo, 18 de julio de 2010

Metro 2033

Impresionado. Así me encuentro por dos motivos. El primero, y quizás más relevante, porque he disfrutado de otra obra maestra dentro del género de los shooters para PC, Metro 2033. Y segundo, y no menos importante, porque en dos semanas de vacaciones he vuelto a tener las ganas, el interés, la ilusión y el gusto de exprimir el potencial de mi ordenador de la NASA (así lo define más de uno cuando lo ve in situ) para ir más allá de internet y la ofimática y disfrutar de dos juegazos, primero fue Singularity y ahora el susodicho Metro 2033.
He sentido claustrofobia, he soltado más de una, de dos y de tres veces el ratón asustado por la inmersión en el juego y los sustos que me he llevado. He sentido que me ahogaba ante la falta de oxígeno en la superficie. En resumen, he vuelto a disfrutar como nunca de un videojuego que va de menos a más y que te deja, cuando comienzan a hacer aparición los créditos del final, con ganas de más, de mucho más.
Para el que no conozca esta obra de arte digital, se podría resumir con la frase del protagonista (Artyom) que permite su comienzo: "Nací en Moscú. Pero no recuerdo nada de aquella época, no era más que un crío cuando las llamas del fuego nuclear devoraron el viejo mundo. Cuarenta mil personas nos salvamos refugiándonos en las estaciones del metro...en las entrañas de la ciudad. Ahora, veinte años después, sólo un puñado de valientes se atreve a subir para recibir el abrazo de un invierno eterno... el metro era nuestro hogar y la fortaleza que nos protegía de los monstruos mutantes que vagaban por los túneles...Aun así, nunca renunciamos a la esperanza de volver a la superficie. Pero un día, se presentó una nueva amenaza que nos empujó a una guerra por la supervivencia de nuestra especie...".
Basado en la novela con el mismo nombre del autor ruso Dmitry Glukhovsky, Metro 2033 es una odisea contemporánea en la que la supervivencia de la especie humana recae en nuestras manos. Desorbitada y a la vez fascinante tarea que nos sumergirá en un mundo claustrofóbico a cien metros de la superficie y que nos hará recorrer las entrañas de Moscú a través de su línea de metro.
Un devenir en el que se nos cruzarán en el camino y frente a nuestras armas hermanos humanos renegados por las guerras internas de poder y otras especies animales más cercanas a las demoníacas. Simplemente, sublime.

viernes, 16 de julio de 2010

Agua gratis

En los muchos y variados hoteles y restaurantes de Lanjarón te miran con cara de bicho raro si pides agua para almorzar o cenar. Y más de uno se preguntará por qué. ¡¡Porque es gratis!!. En las decenas de fuentes repartidas por todo el pueblo fluye free for all agua de Lanjarón, sí, la que compras en el supermercado por 45 céntimos el litro y medio. Misma agua que utilizan como es obvio para lavarse los dientes, ducharse y puestos en plan sobrao, para lavar sus coches!!! Y luego dicen que hay crisis...
Bromas aparte, hay que confesar que Lanjarón, y por ende, toda la alpujarra granadina, está empapado de un aire de misticismo con reminiscencias del pasado que se intensifica y rebrota (como el agua gratis) por cada unos de sus rincones en los que la palabra antaño se repite sin cesar en la boca de los miles de turistas que cada año pasan por esta pequeña localidad y sus alrededores.
Yo he tenido esa oportunidad y la verdad es que vuelvo embriagado y muy, muy, relajado. Seguro que tiene mucho que ver en esa sensación de limbo personal mi paso por el prestigioso y reconocido Balneario de Lanjarón en el que disfruté de un intenso y variado circuito de aguas que terminó con un embadurnamiento total (con taparrabo incluído) en chocolate para intensificar mis grandes bondades, modestias aparte.
Sea como fuere, recomiendo encarecidamente su visita así como a otros pueblos de la comarca que dejo en stand by para llevar a cabo en próximas fechas disertaciones con moraleja incluida.

jueves, 15 de julio de 2010

Noches de cine (bajo las estrellas)

Con la llegada del verano es un básico en Almería visitar las Terrazas de Verano de Aguadulce (Roquetas de Mar). Para los amantes del cine no hay un lugar que represente mejor la esencia del séptimo arte en cuanto a libertad y perspectiva con el manto de estrellas y la luna como metafórico techo.
La noche del martes fue el momento propicio para una visita que por 4,5 euros te permite disfrutar de dos películas de cartelera de un total de ocho en sus cuatro salas. En mi caso la elección recayó en Eclipse y el Príncipe de Persia. Esperaba mucho más de la primera y apenas nada de la segunda, pero como suele suceder, mientras devoraba con ansias mis sandwiches medio de dieta y mis latas de fanta de naranja coladas de extraperlo en mis cojines (para quién no lo sepa se hace necesario de tan cómodo elemento para permanecer 4 horas en las desgastadas sillas de este cine de verano), terminé disfrutando con la segunda y deseando que la primera, por lineal y previsible, terminara.
Próximamente tocará ver la nueva de Shrek y la de Tom Cruise y prometo que esta vez si pecaré y terminaré devorando los sabrosos bocadillos de lomo que preparan en las Terrazas. Al final, lo barato sale caro, y engorda...

martes, 13 de julio de 2010

Spartacus: Blood and Sand

A estas alturas de la película sería pretencioso pensar que estoy descubriendo las Américas si afirmo que la serie Spartacus: Blood and Sand (Espartaco: Sangre y Arena) ha dinamitado los cimientos televisivos ofreciendo al espectador una historia cargada de matices, giros en la historia y una ambientación de órdago en la que la sangre y el sexo explícito nos transportan a la oscura época romana empapada por el libertinaje y las traiciones.
Para quién desconozca de qué va copio y pego de Wikipedia:
"Es una serie de televisión que presenta de manera novelada la vida del famoso gladiador rebelde Espartaco, la serie también nos muestra la vida y peripecias de sus compañeros gladiadores y de los romanos más próximos a Espartaco. La serie se rodó en Nueva Zelanda, destaca la numerosa aparición de efectos digitales muy similares a los vistos en la película 300.
La primera temporada consta de 13 episodios de alrededor de 55 minutos cada uno que se comenzaron a emitir el 22 de enero de 2010. Cabe destacar la gran cantidad de violencia y sangre en la serie, además de numerosas mutilaciones corporales, también hay una gran cantidad de desnudos y escenas de sexo explícito.
Inicialmente la serie fue renovada para hacer la segunda temporada. Sin embargo a Whitfield (quien hace el papel de Spartacus) le fue diagnosticado un linfoma no-Hodgkin por lo que fueron detenidas las grabaciones. La cadena Starz ha anunciado que esta empezando un rodaje de una serie pre-Spartacus que esperan esté en al aire en enero de 2011.
La serie narra la vida del célebre Espartaco, desde su captura a manos de los romanos en la región de Tracia pasando por su vida en la escuela de gladiadores de Batiatus hasta su rebelión y huida junto a sus compañeros gladiadores.
La historia nos narra todas las peripecias de Espartaco dentro del ludus, su convivencia con el resto de gladiadores, cómo los romanos tratan a los propios gladiadores y las vivencias de Batiatus, el lanista, y sus intentos de ascender socialmente, utilizando sin escrúpulos a los gladiadores".

Acudiendo a mi opinión personal, la serie ha conseguido engancharme tanto o más que Hermanos de Sangre o The Pacific, algo impensable en principio si atiendo a mi predilección por todo lo que versa con la 1ª y la 2ª Guerra Mundial.
Pero esta serie norteamericana de Starz Media, creada y producida por Robert Tapert, Sam Raimi, Josh Donen y Sarah Lazarova, consigue atraparte a medida que avanza (los capítulos duran algo más de 50 minutos) y comienza a ser una obra maestra en el ecuador de su andadura con giros inesperados en la trama principal que disparan la adrenalina y las ansias de más acción, sangre en la arena y sexo.
Es tal ese "enganchamiento" que me he visto obligado a visionar la serie en un perfecto inglés (algo que merece muy mucho la pena porque las voces originales son mucho mejores que las dobladas al español) subtitulado a la lengua de Cervantes.
Y es tal el éxito que ha cosechado que ya está en producción una segunda temporada que se estrenará en 2012 y una precuela de seis capítulos que llegará a nuestros televisores en enero del año que viene. Esta media docena de nuevas aventuras anteriores al hilo argumental de la serie son una consecuencia del tratamiento contra el cáncer que ha seguido Andy Whitfield, actor que inmortaliza a Espartaco, y que recientemente ha superado con éxito dicha enfermedad. Este inesperado percance del actor principal provocó un importante retraso de la segunda temporada por lo que se decidió crear este nuevo producto audiovisual.
Tal y como señalan algunas fuentes, la precuela de seis episodios traerá de vuelta a Lucy Lawless(Lucretia) and John Hannah(Batiatus) como personajes centrales, Spartacus hará algunas apariciones, pero no será personaje central. La miniserie se empezará a filmar este mes en Nueva Zelanda.
Para el que no haya tenido la oportunidad de ver esta serie, Canal+ la emite todos los viernes a las diez de la noche. Hasta el momento se ha emitido hasta el capítulo 6.

jueves, 8 de julio de 2010

Singularity

Como se nota que estamos de vacaciones. Anteayer le tocaba el turno al libro que devora con avaricia mis ratos de asueto. Hoy hay que abrirle un pequeño hueco al ocio digital, al que antaño ocupaba el 90% de mi tiempo libre y que me llevó a ser considerado un freaky informático (y a mucha honra).
Y es que ha caido entre mis manos un juego titulado Singularity. Un shooter en primera persona ambientado en la Segunda Guerra Mundial y en nuestros días que, sin hacer mucho ruido, ha conseguido lo que otros aclamados videojuegos como Metro 2033 o Far Cry 2 no habían hecho: engancharme.
Con mucho escepticismo comencé su instalación y tras los primeros compases de juego no andaba yo muy convencido. Parte de culpa la tiene la Xbox360 y mi cómodo sofá. Pero acuciado por darle trabajo a mi Crossfire de ATI 5870 (para quién no entienda mucho de esto son dos tarjetas gráficas) quise hacer el esfuerzo de darle una oportunidad. Bendito fue el momento!! Desde que comencé a pegar un par de tiros con una Centurión a zombies desalmados y con malas pulgas, hasta ahora, convertido en héroe nacional, con un poder sin igual (la Singularidad) me debato entre darle más tiempo a Dan Brown o a mi yo "digital".
No spoilearé nada del videojuego porque es de mal gusto comenzar a jugar sabiendo lo que tienes por delante, pero sólo diré que merece muy mucho la pena. Gráficamente no raya el nivel de juegos como el mentado Metro 2033 o el afamado Crysis, pero sus bazas están en su gran jugabilidad y en puzzles que a los nostálgicos nos llevan a recordar obras de arte como Half Life.
Lo dicho. Tras ver a España vapulear a Alemania, sacar a mi hijo perruno a miccionar y otros menesteres de aseo personal me toca seguir demostrando que cuando aprieto el gatillo no paro. Es lo que tiene llevar pegado a un ordenador desde los 16 años con ese Pentium 200 MMX...

martes, 6 de julio de 2010

El símbolo perdido

Esperaba con recelo y ansia la última novela de Dan Brown. Tras El Código Da Vinci y Ángeles y Demonios el listón quedaba demasiado alto. Meses de espera después, debo de confesar que todo este tiempo sin nada entre mis manos del afamado escritor ingles ha merecido la pena. Lo ha vuelto a hacer. Robert Langdon es de nuevo el James Bond/Indiana Jones/Luke Skywalker de turno que te mantiene con la atención impasible ante cada una de sus acciones. Esta novela de ficción, camino de lo místico y lo palpable, retoma el característico sprint que sólo sabe conferir Brown para teletransportarnos a mil sitios a la vez y dotar a su historia de un nueva perspectiva, utilizando los paralelismos, a imagen y semejanza de las 3D a los televisores y el séptimo arte en general.
No seré yo quién destripe su historia. De hecho me encuentro en este momento en la mitad de camino de la obra. Pero si diré que el que tenga la osadía de leer sus primeras páginas quedará irremediablemente enganchado, hipnotizado, anclado a ellas.
Lo guardaba como oro en paño para estos días de vacaciones y no me he equivocado ni un ápice. Me reitero. La espera ha merecido la pena. Robert Langdon vuelve a convertirse en el epicentro de una historia cargada de matices, secretos, giros de 180 grados y diálogos cargados de incógnitas que poco a poco, a medida que se profundiza en la novela, van desenmascarándose.
Un imprescindible, sin duda, para evadir la mente y disfrutar de mi género favorito, la novela de ciencia ficción, aunque como el mismo Brown señala en el epílogo de la obra: "Todas las organizaciones que se mencionan en esta novela existen, incluido los francmasones, el Colegio Invisible, la Oficina de Seguridad, el SMSC y el Instituto de Ciencias Noéticas. Todos los rituales, la ciencia, el material gráfico y los monumentos que aparecen también son reales".

Feliz lectura.

domingo, 4 de julio de 2010

Vacaciones

Vacaciones. Evocadora palabra. Diez letras capaces de hacer sonreir hasta al enanito gruñón de Blancanieves. ¿Quién no desea tener un espacio de tiempo para desconectar, viajar, evadirse de los problemas? Un intervalo en el que la palabra trabajo es un tema tabú, en el que el teléfono móvil deja de sonar a todas horas y que, en mi caso, el golpeo de las teclas frente a una pantalla de ordenador se limita a estos momentos, en los que me teletransporto en mi rincón favorito.
Y es que yo también estoy de vacaciones. Oficialmente comienzan mañana aunque ya ha habido tiempo para, en este fin de semana que comienza poco a poco a escaparse, realizar un viaje amargo, una despedida, un hasta siempre.
La vuelta de tierras murcianas, con los pensamientos descolocados y la cabeza en el Paraguay-España, dio para mucho en esos apenas 200 kilómetros. Hubo tiempo hasta para pararse en la autovía con centenares de coches y rezar para que los bomberos retiraran pronto ese camión calcinado porque la hora apretaba y mi coche no es un Ferrari.
Después de eso vino la victoria, la redención, dormir mucho, compartir el jacuzzi con extraños y viejos amigos y recargar las pilas para afrontar 14 días en los que mi único objetivo es desconectar. Un libro de Dan Brown, un par de buenos juegos de PC y Xbox360, un viaje en el 'aire', y muchas ganas de playa son mis armas para estas dos semanas. Set y partido...