lunes, 26 de marzo de 2012

De elecciones y recuerdos

Tras una intensa noche electoral en la que los andaluces han decidido volver a respaldar a la izquierda frente a la marea azul me he acordado de mi abuelo. Se llamaba Juan López López. Fue un hombre de izquierdas, de convicciones, serio, testarudo, a veces tosco en sus decisiones. Yo lo conocí en su etapa de declive. Ya jubilado, con problemas de memoria, de audición, con poco pelo en la cabeza y muy muy gruñón. Aún así guardo un grato recuerdo de él. Hace unas horas me acordé de él. Murió hace ya muchos años, cuando IU aún era una fuerza política con peso en Andalucía y en España. Ahora, dos décadas después de su fallecimiento, los ideales del que fuera uno de sus líderes políticos y humanos, Julio Anguita, han vuelto a florecer, a coger fuerza, a rebrotar, a ocupar el sitio que durante muchos años tuvieron. Hoy mi abuelo, Juan López López, estaría feliz. Por eso, cuando la número 1 de Izquierda Unida por Almería, Rosalía Martín, me atendía para hacerme unas valoraciones tras conocer que la provincia volverá a tener representación de IU en el Parlamento de Andalucía, me emocioné. No por lo que Rosalía me contaba, sino porque había vuelto a mi mente una persona con la que aprendí mucho y me hice un poco más hombre, y que llevaba tiempo sin mencionar.
Por esta razón, este día, el 25M, en el que IU reapareció como el Ave Fénix, lo recordaré siempre. Más allá de inclinaciones políticas, más allá de tendencias o discrepancias, más allá de todo eso y de más, estarás tú, Juan.

Un abrazo republicano

jueves, 15 de marzo de 2012

De paternidades


Una noticia casposa, desenfadada, jocosa, con un punto de obscena, cargada de cariño, amistad, como no, sinceridad, con enjundia, con alevosía, con desparpajo, con mucho humor, y, sobre todo, veraz.

Sí, voy a ser padre.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Análisis del Samsung Galaxy Note, un terminal que crea tendencia



Grande y sorprendente. Son quizás los dos calificativos que mejor podrían definir la sensación que produce tener un Samsung Galaxy Note en la mano –en otros casos en dos-. Después viene la típica broma de si necesitas una grúa para transportarlo o si tu miembro viril es tan pequeño que necesitas llevar algo en el bolsillo de gran envergadura para subirte el ego, etc…
Bromas aparte, el Galaxy Note, de aquí en adelante Note, es un teléfono pensado para un público muy específico. Aquellos que sólo realizan llamadas y escriben un par de sms al día deben de huir de él como de la peste. Quizás también deban de hacerlo aquellos acostumbrados a utilizar redes sociales, aplicaciones de mensajería como Whatsapp y otros productos que requieren conexión de datos pero que, en su inmensa mayoría, no precisan de una alta legibilidad. Para el resto, es decir, un 10% o menos de los apasionados de la telefonía móvil, el Note les viene como anillo al dedo.
Y me explico. Superada la primera hora con él, en la que el tamaño parece un hándicap bastante importante, éste factor se convierte seguidamente en su gran virtud. Abrir una página de internet y no tener que realizar apenas zoom para poder leer su contenido o hacer una fotografía y mostrarlo en todo su esplendor a los retratados en la misma en esa pantalla es una experiencia inigualable. Sus colores vivos, su gran nitidez, su resolución 720p (1280x720) y la vistosidad que produce el Note en color blanco (es el caso del mío) lo convierte en el rey de reyes.
Atrás queda la “diminutez” del Galaxy S2 que ahora utiliza mi mujer. De hecho, me parece un juguete, y ya no hablamos si se le compara con otros Smartphone como el iPhone 4s o el HTC Sensation. Idem. El que lo adquiera ya no querrá volver a estos terminales. Ya no querrá una pantalla menor de 5,3 pulgadas. Ahí es donde Samsung ha conseguido su particular “matchpoint”: En conseguir un terminal a medio camino entre las tablets y un Smartphone que aúna lo mejor de cada uno de ellos sin apenas desmerecerse tras su “operación quirúrgica”.
Y digo lo mejor de cada uno de ellos porque aúna portabilidad  -con matices- y una duración de batería más cercana a la de una tablet y que deja en pañales a cualquier Galaxy SII o iPhone que se precie. Y matizo lo de portabilidad. Es grande, lo reitero. Pero es portable y en mi caso, que utilizo por mi profesión tanto vaqueros como pantalones de vestir o de pinzas lo puedo llevar perfectamente. Su secreto está en que es muy fino y eso lo hace muy fácil de introducir en el bolsillo. Pierde, eso sí, la sensación que me producía en Galaxy SII que cuando lo llevaba en el bolsillo creía a veces que no estaba debido a su ligereza.
Entrando en detalles más técnicos y de usabilidad, es un terminal rápido en la ejecución de aplicaciones. Y lo que es más importante, al tener el tamaño que tiene permite, al menos en mi caso, escribir mucho más rápido con las dos manos los mensajes. Las transiciones en los menús son casi instantáneas gracias a su doble procesador a 1,4ghz.
En lo que concierne a su potencial multimedia, ni que decir tiene que es de sobresaliente. Reproducir un vídeo, un mkv, un divx o cualquier otro formato es una delicia. Como diría alguno, “se lo traga todo”. Lo mismo pasa con la música y las listas m3u que genera uno de los reproductores de música más influyentes, como es el caso de winamp. De 9,5. El medio punto se le resta en que el sonido no es tan fuerte como en otros terminales. Es inferior al Galaxy SII y notablemente inferior al Nokia N8. No todo puede ser perfecto.
Otra de sus virtudes, entre las mucha que atesora, es su gran capacidad de almacenamiento ya que al permitir soporte de tarjetas microSD junto a los 16Gb internos que trae, ofrece al usuario la posibilidad, como es mi caso, de llevar 48gb de música, fotos, vídeos, trabajos, etc.
Es en este apartado donde quiero hacer ahínco. Su gran potencial y su versatilidad, hacen del Note un miniordenador o un “killertablet”. El que lo tenga ya no querrá una tablet, como ha sido mi caso al vender la Galaxy Tab  3G de 7 pulgadas por desuso. Y también, el que lo tenga dejará más de un día y de dos y de tres el ordenador o el portátil apagados mientras consulta sus páginas webs favoritas tumbado en el sofá y escucha, de forma paralela, su música preferida a través de unos altavoces Bluetooth (algo que los fans de Apple ya quisieran para sí mismos).
Por ello no es aventurado señalar que el Note es un todoterreno que abre un nuevo camino en la industria de la comunicación móvil que va a sentar precedente. Ya llegarán los clones de otras marcas como es el caso de LG con su Optimus Vu. Pero el tanto para Samsung ya está en su casillero.
Además, para ir finalizando, la actualización del Note con Ice Cream Sandwich no va a hacer nada más que mejorar la sensación de fluidez y la autonomía de un terminal que ya de por sí va sobrado en este sentido.
Por esta razón, pienso que la elección del Note, en mi caso, es más que acertada, y que para aquellos indecisos a lo que les echa para atrás su tamaño o los prejuicios de qué pensarán cuando me lo saque del bolsillo para hablar con él, que “salgan del armario”. No se arrepentirán…