domingo, 24 de enero de 2010

Nunca hacen daño

Dice el refrán que "Una vez al año, no hace daño". Yo discrepo, y mucho, de este dicho popular. Porque vivencias como las acontecidas en la jornada de ayer NUNCA hacen daño. Volvíamos a reunirnos. Fieles con nuestra cita anual. De enero en enero y tiro porque me toca. Nos conocemos desde que levantábamos tres palmos del suelo y sin embargo parece que fue ayer cuando le pedí por primera vez a Mari que me cambiase la hora en mi Casi F-14 o quedase irremediablemente embriagado por los ojos claros y relucientes de Jeny... Dos recuerdos, de los miles que guardo en mi gran baul y que siempre afloran cuando estoy con ellos: Mari, Marga, Jeny, Morata, Francisco y Totó.  Gente con la que aprendí decenas de decenas de cosas y con las que la vida, a veces, cuandos nos juntamos, se vuelve a tornar maravillosa. Por eso me reitero en lo de que jamás podrían hacer daño este tipo de ocasiones. Ayer brindamos varias veces en Padules y en la capital. Hubo muchas copas y risas de por medio. Y proyectos conjuntos en mente. Lucharemos por ellos, seguro. Ahora toca volver a contar los días que quedan para la próxima vez mientras en mi cabeza no para de resonar algo: Nickyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!!

1 comentario:

  1. Muchas gracias. No imaginaba que mis pensamientos llegaran a la otra punta de España.

    Un saludo

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