sábado, 3 de noviembre de 2007

Encontrándome

Todos los días cuando me despierto y se presenta frente a mí un nuevo día me gusta cerrar por un momento de nuevo los ojos y recordar lo que esa noche he soñado. Hay veces que consigo ligeramente acordarme. Son pocas, he de reconocerlo. Hoy precisamente ha sido uno de esos efímeros momentos de suerte. No es caso de desmenuzar el continente ni el contenido del citado sueño, pero si he de comentar que he sonreido al recordarlo. Anoche bebí un poco más de la cuenta. La Heineken fluyó por mi garganta más de lo debido. Me acosté contento y así he amanecido. El sueño ha sido un bálsamo para un despertar sonriente. Cada día que pasa me encuentro más agusto conmigo mismo. Las cosas empiezan a marchar viento en popa tras un verano cargado de mariposas, rechazos y amores estivales. La razón es sencilla, me he encontrado a mí mismo. Ya se lo que quiero y lo que quiero expresar cuando piso la calle y me mezclo con las tumultuosas calles de Almería. Soy un producto cuasi definido. Ahora falta esbozar con gruesos trazos otros estados pero llegaré a conseguirlo, seguro. Al menos, ya me he encontrado y no me voy a volver a perder.

Image Hosted by ImageShack.us


Ponte otra Manu! Esta es una de las razones por las que me acosté contento y me levanté sonriente. Pony Pisador, dos de la madrugada. El Alto Cojma otra vez junto. Somos inseparables e indestructibles. Así es mi vida (2K7)

2 comentarios:

  1. Joer, ahora con los GPS es dificil perderse...¡Ya te vale, ya!
    Por cierto, hoy hasta tu blog me resulta diferente, ¿por qué será?...jeje

    ResponderEliminar
  2. t sacan del mosto y t pierdes...

    ResponderEliminar