miércoles, 4 de septiembre de 2013

Rayman Legends, la vuelta de un héroe 2D

Mi análisis de la última entrega de Ubisoft para ZonaWired

http://www.zonawired.com/analisis-rayman-legends/


Hay determinados videojuegos y sagas que, presionados por su nombre y su importancia en la historia del sector, se convierten en un importante reclamo con cada nueva entrega, en la que el tiempo entre una y otra comienza ya casi a ser anual. En algunas ocasiones, lo que ofrecen tras esa portada no obedece a lo que realmente se espera. Un caso que cada vez se hace más común pero que en esta ocasión representa una situación diametralmente opuesta: la de un producto que supera todas las expectativas y catapulta varios peldaños el nombre del título al que representa. Se trata de Rayman Legends y debo de confesar que aún sigue deslumbrado tras una decena de horas de prueba. Y lo estoy porque el título, la última entrega de Ubisoft Montpellier, supone toda una revolución en una saga que comenzó en PC hace ya varias décadas y que a día de hoy ofrece, sin titubear un instante, la mejor experiencia jugable que se puede disfrutar en el género de plataformas. Así, sin anestesia.

Su punto de partida era ya todo un reto. Hace dos años, Ubisoft decidió recuperar este denostado género y a una de sus gallinas de oro: Rayman. Lo hizo con el sensacional Origins, que vendió más de dos millones de copias con un arcade plataformero a la altura de los tiempos que corren. Ese videojuego supuso un soplo de aire fresco para el género en particular y suponía la vuelta de Rayman por todo lo alto. Por esa razón, ni los menos escépticos habrían imaginado que su continuación, Legends, supondría tal evolución en la mecánica de juego que presenta que permitiría a esta nueva aventura superar con creces a su predecesor.
Y lo consigue por muchas razones. Hay más fases, más retos, más y mejores puzzles, escenarios más dinámicos, una banda sonora sublime, fases a ritmo de la música y jefes finales!!! (y muy muy grandes). Todo ello engalanado en un motor gráfico en 3D transformado en 2D que ofrece una amplia paleta de colores acordes a multitud de ubicaciones que van desde castillos, bosques, pasando por desiertos, zonas acuáticas y acabando en los cielos y en cualquier lugar que la imaginación te pueda llegar a representar en tu cabeza.
Rayman es tan colosal en esta entrega que las ganas de ayudarle te llevarán a engancharte irremediablemente. La mecánica es sencilla: saltar, volar, golpear, correr. Nada nuevo. Pero su magia reside en que todo está coordinado, como la más perfecta coreografía de un videoclip musical. Y todo con una curva de aprendizaje totalmente milimetrada e invisible que nos llevará a realizar multitud de acciones de forma frenética sin darnos cuenta a través de escenarios dinámicos con retos cada vez más enrevesados y complejos.
El argumento, muy similar al de Origins, es simple y directo. Criaturas de pesadilla han secuestrado a los teensies, nuestros amigos, mientras nosotros dormíamos plácidamente en Claro de los Sueños. Nuestra tarea será ahora la de ir salvándolos en un centenar de fases. El resto está en que cuanto más salvemos en cada escenario nos permitirá ir desbloqueando los sucesivos. De esta manera, el juego nos exige perfeccionar nuestra mecánica para encontrar a todos nuestros amigos e ir avanzando en la historia.
A diferencia de Origins, en esta ocasión no tendremos un mapa con las fases si no una serie de habitaciones con los distintos niveles, lo que hará que en un principio nos resulte difícil saber por dónde seguir. Además, como guiño a su antecesor, también se podrán rejugar varios de los niveles más memorables de esa entrega, eso sí, con el motor gráfico y el detallismo que presenta Legends y que en miles de situaciones nos dejará fascinados por su belleza y minimalismo.
El que haya jugado a Rayman comenzará a jugar sin problemas. El que no, sólo necesitará tres minutos para adaptarse a su mecánica de juego: recoger lums (pequeñas monedas con vida de color amarillo que nos permitirán desbloquear jugosos regalos y héroes en la sala principal), esquivar todos los obstáculos y vencer a los diferentes enemigos con nuestros puños. Sencillez al poder, esa es su gran baza.
Una de las novedades de esta entrega es que contaremos con la ayuda de un compañero de viaje, una especie de sapo volador, que nos ayudará a superar obstáculos y a derrotar enemigos que nosotros por sí solos no podríamos. Por poner un ejemplo: grandes orangutanes con escudos a los que nuestro compañero deja indefensos haciéndoles cosquillas lo que nos permitirá golpearles y que muerdan el suelo. Todo ello con una sencillez abrumadora gracias al gran trabajo de Ubisoft en la interacción.
Hay que incidir en que todo en esta entrega está más elaborado y medido. La música acompaña a la perfección en cada una de las situaciones. Los puzzles van creciendo en dificultad y los jefes finales, en numerosas ocasiones más grandes que el escenario, pondrán a prueba nuestros reflejos y nos obligarán a ser rápidos para contraatacarles. Todo ello embadurnado con un halo de humor, desparpajo y cachondeo. Así la experiencia jugable se hace más amena y, sobre todo, divertida.
Pero no todo puede ser perfecto. El juego presenta dos puntos negros. Por un lado la dificultad que presentan algunas fases que nos obligarán a repetirlas una y otra vez. En este sentido, habrá checkpoints invisibles y no empezaremos desde cero pero los más impacientes, más de una vez decidirán aparcar por un rato el juego hasta eliminar toda la frustración por la dificultad que tienen que superar. Lo bueno es que la capacidad de adicción que consigue el juego suple con creces su dificultad.
Y el otro desliz, por denominarlo de alguna manera, es la obligatoriedad de utilizar mando para jugarlo. Hacerlo en un teclado -este análisis ha sido realizado con la entrega en PC- es todo un reto al tener que pulsar en muchas ocasiones teclas de forma repetida y al unísono. La única manera de disfrutarlo al 100% es con el mando de Xbox 360 que se lleva a las mil maravillas con Rayman.
En lo que concierne a sus requisitos tecnológicos, el juego no es muy exigente. A pesar de estar modelado en 3D y presentarse en 2D, puede correrse a 60FPS constantes en un PC de nivel medio sin problemas. Ni que decir tiene, que disfrutarlo en un monitor ultrapanorámico con una resolución de 2560x1080 le viene como anillo al dedo al tener el típico scroll horizontal permitiendo contemplar una mayor parte del escenario, toda una ventaja para los grandes retos que hay que superar.
Si tenemos en cuenta que su precio no supera los 30 euros y que ofrece más de 20 horas de juego para terminarlo (el triple o más si queremos completar todas las fases con todos los secretos), es una compra obligada te guste el género de plataformas o no. Rayman Legends es el mejor ejemplo de un videojuego mimado hasta el extremo en los detalles y que tiene como único objetivo divertir al jugador, algo que consigue con creces. Además, es sin duda, el mejor juego de plataformas hasta la fecha, con permiso de Mario, y todo un aliciente para los amantes de los retos.

Rayman te necesita y no puedes defraudarle. Él tampoco lo hará si decides entrar en Claro de los Sueños. Prometido.

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