martes, 26 de noviembre de 2013

Call of Duty Ghosts, una franquicia que se desinfla


Hasta ahora el reinado de la saga Call of Duty dentro del género de los shooters de acción era incontestable. Cada año, con una nueva entrega de la gallina de los huevos de oro, Activision, Treyarch y, sobre todo, Infinity Ward, daban un manotazo encima de la mesa presentando la nueva propuesta multijugador para la temporada, en imagen y semejanza con las entregas anuales de Fifa y Pro Evolution Soccer. Pero este año ha sido diferente. La publicación de Ghosts, una nueva subsaga que se distancia de Modern Warfare y presenta sus propios esquematismos e idiosincrasias, no ha causado el mismo revuelo que en años anteriores. Tras jugarlo da la sensación de estar disfrutando de un producto ya destripado anteriormente, que ofrece pocas novedades y que, para más inri, le ha tocado bregar con Battlefield 4, su némesis. Un competidor que evidencia y saca a flote todas las aristas de un producto que sin su oponente podría volver a reinar un año más sin aspavientos. Pero esta vez le ha tocado bailar con la más fea y se nota.

Pero vayamos por partes. Call of Duty Ghosts no es un videojuego malo, ni mucho menos. De hecho, atesora una gran virtud dentro de su campaña para un jugador: la variedad. Disfrutarlo en solitario ofrece al jugador la posibilidad de combatir en el espacio, cubierto de agua hasta los hombros en una ciudad medio sumergida, en las paredes acristaladas de un rascacielos o en una densa selva repleta de enemigos armados hasta las cejas. No hay posibilidad que Infinity Ward no explote. En cierto modo, los desarrolladores han ofrecido al público lo que estaban esperando, un videojuego lleno de acción con situaciones inverosímiles y diferentes y con una historia intensa, con lazos de sangre, en la que chirría que tu propio hermano te hable de usted y tu padre te trate como si fueras el último mono de feria. Detalles nimios que ni por asomo ensombrecen a una historia férrea y con giros esperados y también inesperados y que mantendrán al jugador enganchado durante algo más de siete u ocho horas.

Y una de las (pocas) novedades de esta nueva aventura COD es la aparición por primera vez de un perro, para ser más exactos un pastor alemán, que en determinadas fases hará sus labores de rastreo, de cobertura, de sigilo y acabará con los enemigos a los que le ordenamos que ataque. Un pequeño guiño para tapar las carencias de un modo de juego ya explotado hasta la saciedad y que nuevamente nos pondrá a bordo de distintos vehículos, como un helicóptero, para hacer aún más si cabe frenética y dinámica la experiencia jugable.

Y tras acabar la historia, ¿qué? Infinity Ward tiene respuesta. Ofrece Extinción, un modo de juego en el que nos tocará luchar contra hordas de alienígenas tanto en solitario como acompañados pero que a la larga se hará repetitiva y cansina porque todo se reduce a proteger nuestra base y acabar con las ingentes cantidades de enemigos, que como sucede en el modo campaña, pecan de una Inteligencia Artificial tosca y poco desarrollada. Algo que acabará por enfadarnos más de la cuenta al darnos la sensación de estar combatiendo con enemigos con pocas facultades físicas y mentales.

Un rosario de defectos que se desdibujan desde el momento en el que decidimos disfrutar de su vertiente multijugador. Aquí, el producto de Infinity Ward muestra todo su potencial permitiéndonos combatir en mapas de grandes dimensiones en los que los puntos de respawn han sido mejorados y no nos permitirán conseguir mejores puntuaciones como antaño al conocer de antemano por dónde aparecerá el enemigo. Además, Activision nos ofrece la posibilidad de ir ganando puntos con los que ir personalizando nuestro personaje, lo que unido a modos de juego en los que combatir con nuestros amigos a hordas de enemigos controlados por la CPU mejoran ostensiblemente la experiencia multijugador.

El problema radica en que el motor gráfico sobre el que se sustenta Ghosts ya está pidiendo un relevo generacional. Sensación que se hace más acuciante desde el momento en que este servidor que suscribe estas líneas ha probado y disfrutado semanas antes de la experiencia visual de Battlefield 4. Un hecho que deja en muy mal lugar a Ghosts. Se nota el paso de los años y la definición, modelado, efectos físicos y movimientos ya no están a la última. Algo que choca con el hecho de que, por el contrario, para moverlo en su calidad máxima pida un equipo similar o superior al que precisa el videojuego de DICE. Un detalle que deja en muy mal lugar a los programadores de esta última entrega de Call of Duty, que pese a todo, no tiene un mal acabado gráfico tal y como reflejan las capturas de pantalla que acompañan a este análisis.

Como suele ser habitual, el videojuego viene totalmente traducido y doblado al español y ofrece una banda sonora escueta pero potente. No pasará a los anales del sector como una obra maestra pero hace su función con temas eléctricos y contundentes. Lo mismo sucede con las voces, en las que llama la atención el detalle anteriormente citado de que nos llamen de usted.

La nueva subsaga Ghosts ha sentado los precedentes del camino que a partir de ahora quiere recorrer Activision con su producto estrella. El gancho reside en todo lo que acontece alrededor de estos profesionales de las guerras de guerrillas con aires fantasmales y sin escrúpulos. Un aliciente, que al menos en su primer round, ha quedado algo descafeinado y que les obliga a ponerse las pilas para el año que viene si tenemos en cuenta el éxito cosechado por Battlefield 4 y las nuevas IPs que están a punto de aparecer como es el caso de Titanfall. Todo un acicate para devolver al lugar al que se merece la saga Call of Duty y más si tenemos en cuenta el gran batacazo que se ha dado el que era hasta hace no mucho su principal competidor: Medal of Honor.

Por todo ello, Ghosts es un capítulo que pasa de puntillas. Ofrece muchas horas de diversión en su vertiente multijugador y una campaña para un jugador frenética e intensa pero peca ya de falta de innovación tanto en ideas como en motor gráfico. Si quieres convertirte en un Ghosts, no lo dudes. Si adquiriste antes Battlefield 4, no pases por caja a por éste. Te arrepentirás.

LO MEJOR
Grandes dosis de diversión. Una campaña para un jugador intensa y variada. El multijugador, su gran baza.
LO PEOR
Peca de falta de originalidad. Su motor gráfico ya pide a gritos un relevo. Necesita de un PC potente para ejecutarlo en su máximo esplendor. Además, requiere hacerlo en un sistema operativo Windows (7 u 8) en su versión 64bit. La IA de los enemigos es desastrosa y desesperante.
Sonido: 80
Gráficos: 75
Jugabilidad: 85
Duración: 80
Presentación: 80


NOTA FINAL: 80

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