Algunas veces, cuando menos te lo esperas, hay situaciones que se cruzan en tu camino (que hasta entonces había sido inmaculado y rectilíneo) y llegan a contradecirte y desequilibrarte. ¿La solución? La risoterapia. He aprendido que todo, absolutamente todo, tiene una perspectiva desde la que se puede esbozar una sonrisa, hasta la muerte. Además, reir es sano y te permite articular multitud de músculos, que a la postre seguro te permiten dejar unos cuantos gramos (es lo que tiene la obsesión por adelgazar y no parar de comer a la vez :-P).
Llevo unas semanas aprendiendo a reirme de todo, con respeto eso si. Y he de decir que es una sensación tan refrescante que creo que ha merecido la pena la espera hasta que ha llegado este momento. Poco a poco se van encendiendo las bombillas intermitentes que trazan ya mi nuevo camino, y en el nunca faltará una sonrisa. Te aconsejo que hagas lo mismo cuando leas estas líneas, porque ya lo sé, es un post que se ha cruzado en tu camino y que para tí no tiene sentido...
Ríete
Reirse de todo es dulce, no reirse de nada es amargo...asi que ¡¡¡endulcémonos la vida!!!
ResponderEliminarel que rie último rie mejor!! asi q cuidadin...
ResponderEliminark risa me hace el grupo PRISA...
ResponderEliminarRespondiendo al anónimo, y en general a todos, sólo puedo decir que me sigo riendo. Es muy sano. Practícalo
ResponderEliminarEl que rie el ultimo...es el que piensa mas lento!!!...Nor estoy contigo, practiquemos practiquemos
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