Raices II

Son horas intempestivas. No puedo dormir. No paro de pensar en algo que me preocupa soberanamente. De fondo, Diego Vasallo y 'Criaturas Salvajes'. Suenan las armónicas. Una voz bronca y resquebrajada penetra en mi mente a la velocidad del sonido (nunca mejor dicho). No quiero cerrar los ojos. Hoy he sentido que la vida es un tren sin retorno. Ayer no cogí un vagón para el que había pagado el billete de manera anticipada. Ya no volverá más. Sólo pensar en mi tierra me reconforta. Podría decirse que soy un localista. Mis raíces me llaman. Vivo anclado a ellas y aunque me aleje más allá de lo que se otea desde el horizonte del Andarax, sigo sintiéndome cerca. Vasallo lo recrea a la genialidad: dices que besas al mar con labios de sal.  Ahora mismo evoco en mi mente el sonido casi imperceptible del pequeño pero constante riachuelo que cada mes de Agosto vuelve a florecer, río Andarax.  Volveré, pero esta vez, sin lastres. Seguro.



Una tarde de abril. Comarca del Andarax. Estela detrás de la camara.