domingo, 27 de mayo de 2007

Platero y yo o la historia de dos burros...

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Una imagen > 1.000 palabras. Hoy empiezo este nuevo post con una inusual estampa. Antes incluso que una frase. La razón es que la misma imagen habla por sí sola. Y quizás por eso, estas líneas que la acompañan no tienen razón de ser. Pero no puedo evitarlo. Tengo que escribir. Lo necesito (quizás sea porque por ello me pagan, por informar). Me pregunto yo si seré en la vida tan burro como el personaje que me acompaña. O si por el contrario el animal soy yo y el civilizado la bestia. Hay veces en las que pienso que actuo sin pensar en lo que hago y sin tener en cuenta las consecuencias que se derivarán de tal acto. Por eso creo que soy como los burros. Otros pensarán que soy como tal porque como o me muevo como ellos, o incluso, porque cuando hablo mis palabras parecen mugidos. Hablo rápido, lo sé y de veras siento que los que me escuchan muchas veces necesiten un traductor a su lado, pero así soy. Y así seré por mucho que algunos y algunas quieran hacerme cambiar (aviso para navegantes).

Sin desviarme del tema que me atañe. He de decir que hoy me he sentido cómodo. Sí, entre burros. Hay algunos que lo están entre "mujeres que trabajan" o entre sábanas y nadie les reprocha ni les dice nada... Ha sido un momento especial. He acariciado su lomo, y por un instante en mi cabeza se han disipado las dudas, problemas, preocupaciones, miedos que todos los días me acompañan. La pena es que el instante, ha sido eso, fugaz y sobre todo, efímero. Al menos, he podido vivirlo y eso ya no hay nadie que me lo pueda quitar.

Buenas noches

3 comentarios:

  1. ¡Que conjuntados!Os llamasteis pa deciros: "oye, que yo me voy a poner mi camiseta de rayas, ¿y tu?"...jeje...Lastima que casi todas las cosas buenas sean efímeras, eh?

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  2. lo mío con filippo es amistad pero lo tuyo con platero es vicio...

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