martes, 21 de diciembre de 2010

Maldito

Las conversaciones sin ningún sentido de varios participantes de Gran Hermano rompen el silencio en el dormitorio. La Samsung de 26 pulgadas realiza labores de multitarea y se ha convertido también en un improvisado punto de luz. (¿Por qué carajo nunca antes tuve televisión en mi cuarto?). El insomnio vuelve a hacer acto de aparición y el frío tampoco da tregua. Primer día de vacaciones y ya echo de menos el ruido y el tecleo incesante de la Redacción. ¿Será verdad eso de que los estados de estrés laboral dan paso en los de asueto a los bajones emocionales? Al final soy un conejillo de indias. A cinco días del THE DAY y diez para despedir el 2010, las incongruencias se amontonan en la puerta de mi apartamento. Por si acaso, la puerta está cerrada con llave. Maldito insomnio. Maldito Gran Hermano. Malditas ansiedades. Maldito.

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