Con la llegada del fatídico lunes todo vuelve a la normalidad, es decir, a currar sin parar. Y hoy no ha sido para menos. Más de cuatro horas metido en la Diputación Provincial me han despertado del letargo vacacional vivido la pasada semana. Hoy he tenido una extraña sensación. He sentido, haciendo alusión a la magnífica canción de Jarabe de Palo, estar de vuelta de todo. El hastío y el cansancio han hecho demasiada mella en mi en estos últimos siete días y volver a la rutina laboral ha ahondado más aún en ese pesar. Supongo que es algo normal ya que pasar de dormir más de 12 horas diarias y vivir sin despreocupaciones a estar aferrado a un teléfono y el estrés que causan la redacción diaria de páginas en El Almería son dos polos opuestos, que obviamente, tienen sus consecuencias, ahora más visibles con la llegada de la noche y la calma. Pero como todo en la vida las cosas hay que tomárselas con humor, y como respondía a una compañera periodista acompañado de mi característica sonrisa, "si no te ríes mejor búscate otro trabajo". Y es que la labor periodística es tan súmamente absorbente que de no vivirla de la manera más optimista posible, puede llevar a ocasionar un colapso mental que a más de uno le ha llevado de cabeza al psicólogo. Como prueba de ello, la foto que acompaña este post. Creo que poco más hay que decir. Así soy yo, y eso que hoy estaba de vuelta de todo y no han faltado como acompañantes de viaje ciertas rémoras del pasado...
P.D. Foto realizada por Fran Leonardo (amigo y compañero de fatigas)
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