
He vuelto a hacerlo. Tras cinco meses de abstinencia, he caido en la tentación. El pecado de los pecados volvió a arrastrarme a la gula. Las Pasy, esas ricas papas de Huércal-Overa, tradición ya centenaria, me atraparon una tarde estresante de esta semana. Su sabor, casi ya en el recuerdo, volvió a saberme -valga la redundancia- a gloria. Y tras pecar una vez, ¿volveré a pecar este fin de semana? (y no sólo en lo gastronómico, se sobreentiende)...
P.D. Voy a ser malo, muy malo.
NORKI, cuando quieras pecar con nosotros te pasas por aquí, y nos comemos unas ruedas. HE, HE , HE.
ResponderEliminarJaja. Lay ve llamando a la Michelín que necesitamos cuatro mínimo!! Un beso wapetona
ResponderEliminar