domingo, 25 de enero de 2009

Estados (de ánimo)


Ya ha pasado otro fin de semana más del temido mes de enero (por lo de la crisis y la cuesta esa de los cojones) y queda menos para empezar el atípico febrero. Cumpliendo la promesa suscrita en un post más abajo que este, hoy volví a dar rienda suelta a mi particular cruzada gastronómica y he terminado apalancando las posaderas a diez kilómetros de El Almería, concretamente en Felix. El sitio en cuestión, El mirador de Felix, me ha dejado con la extraña sensación de haber comido poco, casi mal y encima caro. No siempre se puede acertar, que le vamos a hacer. La noche de antes si tuve esa suerte, con mi MariFrancis, la que nunca me falla (y su maromo). Cena deluxe de mi rubia, un buen mojito, el Lips que nunca falta a su cita y diversión asegurada. Ahora, envuelto en el silencio que sólo un lugar como La Envía Golf puede transmitir, me doy cuenta de que aprendo a saborear, y nunca mejor dicho, los momentos que se salen de la rutina laboral. Son estados de ánimo que se salen fuera lo meramente cotidiano y me permiten reafirmarme en que no me equivoqué eligiendo ese tedioso camino, que otrora, años después ha sido la mejor elección sin duda. Lo mejor de todo esto es que no se acaban. Mañana más y con los mejores.

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