observándola durante más de 5 minutos. En ese tiempo no paré de pensar en lo maravilloso y fascinante que fue el viaje a Grecia de fin de carrera que viví hace ya más de 5 años. Pero esa no fue la conclusión que extraje de la foto y por la cual escribo hoy este post. La esencia de esa imagen es que hay formas de ser, actitudes, pensamientos, que a pesar del paso del tiempo, permanecen impasibles y sin fisuras dentro de nuestro ser. Y es que, como más de una vez he recibido como consejo, las personas en su forma de ser no cambian nunca. Y yo, para no ser diferente, tampoco lo he hecho en estos últimos cinco años.
Quién me conoce sabe, que entre mis predilecciones (obviando a las mujeres) se encuentra la comida y la foto que acompaña a estas líneas creo que ya habla por sí sola y me da la razón a lo que argumento:

Abril de 2002. Isla de Mykonos (Grecia). Mi persona con 20 kilos menos, otras gafas y más pelo...
Desde luego que ahora estás bastante más gorda. Sólo hay que ver las fotos actuales.
ResponderEliminarEstás guapa. Siempre. Es una foto atemporal, está claro. A mí tb me encantaron las pitas, sobre to la gyros...
ResponderEliminar