Noche para soñar (con un plus de ilusión)

Es noche de Reyes. Vienen los Magos. Recuerdo con una gran sonrisa la importancia y la ilusión que generaba durante mi infancia esta peculiar y mágica cita navideña. Ha llovido mucho desde entonces. He pasado por etapas en las que levantarme el día 6 de enero era como cumplir con el momento y poco más, hasta a hacerlo entregado por lo que me había reportado el ser bueno durante todo un año. Echando la vista un poco hacia atrás, debo confesar que en estos últimos años mis ganas porque llegara esta noche eran casi nulas. Eso ha cambiado drásticamente. Lo bueno es que yo ya he recibido mi regalo de manera anticipada y es tan valioso que tiene visos de perdurar de por vida. Ella es la culpable de que esta noche me acueste deseoso de conocer que me traerán mañana los Reyes Magos. Sea lo que sea, como ya he dicho, yo ya tengo el PRESENTE entre mis manos. ¿Vendrá todos los años como sus Majestades? Ojalá (ese si que sería mi mejor regalo para la posteridad...)



Porque yo también me siento como un Rey y ahora, más que nunca, gracias a una persona que me trata y me mima como tal. En el caso de la fotografía que acompaña estas líneas, lo fui en la casa de mi tía Antoñita en Nochebuena. Así soy yo.