domingo, 4 de julio de 2010

Vacaciones

Vacaciones. Evocadora palabra. Diez letras capaces de hacer sonreir hasta al enanito gruñón de Blancanieves. ¿Quién no desea tener un espacio de tiempo para desconectar, viajar, evadirse de los problemas? Un intervalo en el que la palabra trabajo es un tema tabú, en el que el teléfono móvil deja de sonar a todas horas y que, en mi caso, el golpeo de las teclas frente a una pantalla de ordenador se limita a estos momentos, en los que me teletransporto en mi rincón favorito.
Y es que yo también estoy de vacaciones. Oficialmente comienzan mañana aunque ya ha habido tiempo para, en este fin de semana que comienza poco a poco a escaparse, realizar un viaje amargo, una despedida, un hasta siempre.
La vuelta de tierras murcianas, con los pensamientos descolocados y la cabeza en el Paraguay-España, dio para mucho en esos apenas 200 kilómetros. Hubo tiempo hasta para pararse en la autovía con centenares de coches y rezar para que los bomberos retiraran pronto ese camión calcinado porque la hora apretaba y mi coche no es un Ferrari.
Después de eso vino la victoria, la redención, dormir mucho, compartir el jacuzzi con extraños y viejos amigos y recargar las pilas para afrontar 14 días en los que mi único objetivo es desconectar. Un libro de Dan Brown, un par de buenos juegos de PC y Xbox360, un viaje en el 'aire', y muchas ganas de playa son mis armas para estas dos semanas. Set y partido...

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