
Parece mentira que fue hace un año cuando entre un mar alborotado, dos sandwiches vegetales y sonrisas complices comencé a compartir mi vida nuevamente. Sólo puedo decir gracias por haber tenido esta nueva oportunidad, tras otras inconclusas y aciagas. Te mereces todo y más. Por eso, y por muchas cosas más, debo confesar -sin que se entere nadie- que eres lo mejor que ha pasado por mi vida, rubia.
Felicidades
Y lo mejor de todo es que aún sigo pensándolo (y sintiéndolo)
ResponderEliminar