martes, 28 de agosto de 2007

Bioritmos

He cambiado de reloj. Ya se que resulta un gesto bastante banal y que para algunos puede pasar desapercibido. Para mí ha sido un hecho muy simbólico. Cambiar el elemento que me acompaña siempre en mi muñeca izquierda y que me informa en todo momento de la hora que es y en el día que vivo, es algo que me ha costado decidir. El anterior reloj tenía muchas connotaciones. Había que renovarlo, como signo de transformación -esa que llevo tanto tiempo buscando pero que no llego a alcanzar-. Con él, pretendo (y conjugo este verbo porque no siempre lo consigo y de ahí ser cauteloso) cambiar mis bioritmos para, por ende, cambiar mi forma de actuar y ver la vida. He de decir que me gusta mi nuevo reloj. Me alejo por fin de la sobriedad y madurez del otro (que me ha acompañado más de cuatro años) y me acerco a la deportividad, jovialidad, rabia, y a la pasión (por la gran franja roja que lo atraviesa). Son los rasgos que quiero que me definan de aquí en adelante. Él va a marcar mi ritmo diario, y además de pesar menos que el anterior, me ha quitado también el lastre del pasado. Ese que quiero olvidar YA y enterrar definitivamente. No quiero hablar de él, no lo merece. Mi nuevo Lotus me inspira confianza. La misma que espero tener para afrontar los retos que quiero marcarme (siempre digo lo mismo). Hoy por lo pronto, he llevado a cabo dos. Uno de cierre y otro de apertura de puertas. El primero, doloroso, ya está cicatrizándose (tenía que pasar por él antes o despúes, ley de vida). El de apertura ha sido aún más gratificante, por lo que, contraresto en gran medida el primero. He sentido la sinceridad plena en unos ojos, que casi lacrimosos, lo han dicho todo sin decir nada. Esa es la senda, la verdad siempre por delante. Creo que es la mejor manera de afrontar los problemas, ya sean sentimentales, económicos, o de cualquier otra índole. Como cada día, nunca me acuesto sin aprender nada. Y hablando de dormir, ya va siendo hora de hacerlo. Mañana (o pronto) más.

Image Hosted by ImageShack.us


Ha sido un capricho en un momento en el que los dineros no sobran precisamente. Pero ha merecido la pena, sin duda, porque la satisfacción que me genera verlo no está pagada por mucho o poco dinero que tenga... Para los interesados es un Lotus Sport Series. Especimen raro de encontrar, todo sea dicho.

2 comentarios:

  1. Siempre te estás quejando, de que tienes o no tienes dinero,pero no paras, y llevas un ritmo de vida que para mí quisiera.El reloj es chulo, pero me gustama más el otro.

    ResponderEliminar