domingo, 29 de julio de 2007

Mujeres

Son, como defino en mi perfil, el centro de mi ser. No podría, ni me lo planteo, vivir sin su presencia. Hablo, como es lógico,de las mujeres. No me considero un pervertido, aunque muchas veces las malas lenguas me tilden de ello. Siempre he dicho entre mi círculo de amistades que nací para amarlas. Y hoy, tras un fin de semana de profunda reflexión, sigo pensando lo mismo. Ya no se si el mundo está al revés o soy yo el que está cabeza abajo, pero vivo unos momentos en los que me siento incomprendido por parte del sexo femenino. Las calabazas, los rechazos, los malentendidos y algunas veces, las palabras malsonantes, se han convertido en el único presente que recibo de las mujeres. ¿Seré yo el raro? Hoy me han vuelto a aconsejar que relaje mis impulsos. Quizás tengan razón. Por esa razón he decidido pasar de ellas. No es que me vaya a hacer monje, como más de una desearía y de la que no me apetece hablar, pero sí voy a ir mi bola. Se acabó el Norberto osito de peluche que siempre intenta agradar con su carácter. Toca cambiar los planes y en ellos las féminas han pasado a un segundo plano. Un amigo me decía, mientras daba largos paseos por la escarpada y abrasiva -para los pies- playa de Las Negras que piense en mi casa, en mi nuevo trabajo, en el nuevo rumbo que le estoy dando a mi vida. Y tiene toda la razón. Se acabó sufrir por las mujeres. Si algún día tiene que llegar de nuevo el amor será de manera azarosa y fortuita, no imperativa. Lo tengo clarísimo.

3 comentarios:

  1. Norberto, lo que tienes q hacer es dar rienda suelta de una vez a tus tendencias homosexuales, lo que te conocemos bien sabemos que siempre has sido un poco marica.

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  2. Eso no te lo crees ni tu...el unico motivo que se me ocurre para que tu le dieras la espalda a las mujeres seria para tocarles el culo...jeje...y es que cada uno es como es...acéptalo!

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  3. llevas media vida teniéndolo clarísimo, a ver si te aclaras...

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